En Tafí del Valle las prendas tejidas en telar son de una riqueza exquisita por su referencia a los períodos de la historia de los pueblos que habitaron la zona. El tejido de tu dormitorio está inspirado en el período entre 1000 A.C. y 1480 D.C, cuando los indios Tafíes llevaban una vida sedentaria dedicada al pastoreo de guanacos y llamas de los que obtenían la lana con la aprendieron a armar una red y, de allí, una pieza tejida.
Frente a mí, la mismísima historia de quienes poblaron Tafí del Valle contada a través de la ropa de cama. Un detalle textil que responde a la intención de Inés, dueña de Estancia Las Carreras, por transmitir la esencia del lugar. La empanada, el vino, la Ciudad Sagrada de Los Quilmes y la ruta de los artesanos, todos y cada uno de ellos hacen a la personalidad de Tucumán.
Desde la ruta camino al Mollar ya se ven las lanas secándose al sol. Cruzando el arroyo, Rogelio nos recibe en su taller, tiene 55 años y aprendió a tejer por su madre. Ovilla con una velocidad que hasta parece fácil. Su materia prima es la lana de oveja y mientras con paciencia me enseña, cuenta que está esperando que madure la corteza del nogal para teñirla. En los estantes hay ponchos, almohadones y chalecos. Hago de todo un poquito, trabajo 10 horas diarias en mi telar rústico y un pie de cama me lleva tres días.
Lo veo con mis ojos, el tejido es parte del paisaje. Los colores, los contrastes son parte de la herencia textil ancestral que nos define. Viajar a conocerlo es un deber de quien valora el arte de lo hecho a mano y las piezas únicas.
Esto también es parte de nuestro querido diseño argentino.